domingo, 22 de octubre de 2017

Los puentes carreteros de Plasencia

Plasencia está abrazada por el río Jerte que la limita por el este, sur y oeste, quedando solo la entrada norte libre de ese obstáculo y marca la zona natural de expansión de la ciudad.


Esto ha tenido como consecuencia la necesidad histórica de puentes para poder comunicar debidamente la localidad con los territorios que la rodean.

Es pues, una ciudad rica en puentes, no solo carreteros, sino también en ferroviarios gracias a la línea que partiendo de la antigua estación de Palazuelo-Empalme comunicaba Plasencia con Salamanca, Zamora y Astorga.

Puente de San Lázaro en primer término y al fondo el de Trujillo.
Sin embargo, en esta entrada me referiré únicamente a los puentes carreteros que la conectaban y permitían salvar el cauce accidentado del río Jerte.

Conozco a un apasionado ferroviario que está haciendo un completo estudio de los puentes ferroviarios de Plasencia. Espero su libro con ganas.

Los puentes a los que me referiré en esta entrada son los actualmente en servicio. A saber:

  • Puente de Trujillo
  • Puente de San Lázaro
  • Puente Nuevo
  • Puente Adolfo Suárez
  • Puente Gutiérrez Mellado

1. Puente de Trujillo

El puente debe su nombre por dar salida y continuidad al camino que partiendo de Plasencia por el Sur permitía comunicarla con Trujillo.


Mucho han evolucionado las carreteras desde aquella época y, finalmente, terminó dando continuidad a antigua carretera de Salamanca a Cáceres, hoy N-630. La carretera que llevaba a Trujillo parte un poco más al sur desde la anterior.


Muchos historiadores consideran este puente de origen romano. En algún artículo se indica, textualmente "se considera en origen obra romana por donde pasaba la vía de la Plata, y que continuó utilizándose como caminos de trashumancia".

Cualquiera que conozca algo la historia de la Vía de la Plata sabe que nunca pasó por Plasencia, sino por San Gil, cerca de Galisteo, y Carcaboso, al oeste de la citada Plasencia.

José Manuel González Parejo en su libro sobre "Puentes históricos romanos y medievales cacereños", reseñado en un post anterior del blog, no considera ninguno de los puentes placentinos de esas épocas.

Aunque pudiera llegarse a admitir que tuviera origen romano, actualmente no existe ningún indicio concreto y real que lo corrobore, siendo toda la obra de fábrica visible del siglo XIX.

No obstante, aún podemos leer en la literatura especializada que alguno considera "que los nueve arcos de granito son la parte más antigua, quizás romana, pero reformados en el siglo XVI por Hernando de Trejo, bajo la dirección de Juan de Álava que entonces trabajaba en los inicios de la catedral de Plasencia". Un error inadmisible.


Juan de Álava actuó en la reforma de varias obras de fábrica de la Edad Media como se documenta en 1530 y también en el puente de Almaraz

Es fácil darse cuenta que los nueve arcos son de factura del siglo XIX cuando se construye la carretera entre Salamanca y Cáceres, en el que se persigue una rasante sensiblemente horizontal del puente.

Hay una fotografía en la que puede verse el puente antes de la conversión en carretera. La podemos ver a continuación.


Se puede apreciar la estrechez del puente y su rasante nada apta para una carretera. Es una foto de Jean Laurent que no tiene fecha, pero que su pie de foto permite datarla después de 1868 (Datación fotos J. Laurent).

En esta magnífica foto podemos apreciar que la carretera de Salamanca a Cáceres todavía no estaba construida y el puente parece que nada tiene que ver con el que se construye a finales del XIX para darle continuidad.

El problema es que no tenía una foto lateral del puente para ver la distribución de arcos, hasta que di con esta otra de Jean Laurent. "Plasencia. Vista general desde el cerro de San Miguel"


Aunque en la foto se indica que es desde el cerro de San Miguel, el lugar desde donde se tomó correspondería a lo que es la actual glorieta de Cáritas de la carretera EX-304, Ronda Sur de Plasencia, como podemos ver en esta foto, en la que podemos apreciar, con gran sorpresa, que casi 150 años después, se conserva la casita de primer plano. Sin embargo, el puente de Trujillo no puede verse debido a la vegetación del cauce.


Ciertamente una gran foto la de J. Laurent, muy poco conocida, que tenía un detalle muy interesante. Se puede ver cómo era el puente antes de su gran remodelación de 1874.

Ampliando la parte de la fotografía podemos ver cómo era.


Una rasante nada horizontal, arcos con hiladas de piedra con no muy buena definición circular de los mismos.

Un puente para caminos de herradura y no para las carreteras que se estaban proyectando y construyendo a finales del siglo XIX.

Ya vimos en el post "Paso del río Tajo en el vado de Alconétar" que en 1874 todavía se encontraba pendiente construir los puentes del Jerte y del río Tajo en la carretera de Salamanca a Cáceres.

El puente del Jerte, o de Trujillo, se reconstruyó, tal y como hoy lo conocemos, en los años setenta del siglo XIX y el del Tajo se tuvo que esperar hasta 1928.

Toda una aventura la construcción de la predecesora de la N-630.

La remodelación de fines de siglo XIX, en realidad un puente totalmente nuevo, fue la que le dio la apariencia definitiva al puente, con grandes arcos sobre el cauce el río Jerte, cinco arcos más pequeños en la margen derecha y otro en la margen izquierda que da servicio a un camino por debajo del a carretera que discurría por el puente.


En la siguiente foto de 1915 de F. X. Pares podemos ver movimiento de ganado por el camino que bordeaba por el sur el cauce el Jerte y pasaba el citado arco de la margen izquierda.


En las siguientes fotos podemos apreciar mejor cómo era el puente.



Se podía apreciar casas en los ojos del puente dentro del cauce que todavía existen en la actualidad.


En la siguiente podemos ver el paso de la carretera por encima del puente, con el barrio de San Miguel al fondo, en una colina todavía no urbanizada.


Dos aceras a ambos lados en la zona de los tres arcos sobre el río Jerte, la calzada en medio por el que discurre un carro tirado por animales y las farolas que iluminaban el puente.

Los dos hitos guardarruedas marcan el final del tramo de los cinco pequeños arcos.

Un puente acostumbrado a aguantar las riadas de un río como el Jerte. En esta fotografía podemos ver el puente de Trujillo en medio de una avenida. Tiene una rasante lo suficientemente elevada para no tener problemas en las posibles riadas.


En los años setenta se mejora la N-630 y se ensancha el puente de manera "poco afortunada" mediante vigas prefabricadas a ambos lados apoyadas en dinteles que sobresalen de las pilas del puente.

He localizado dos fotos de las obras.

(Foto: Joaquín Ramosal)
(Foto: Joaquín Ramosal)
La apariencia, desde la parte inferior del puente, quedó como vemos en la fotografía siguiente.


Que obras posteriores, antes de la entrega de la travesía al Ayuntamiento de Plasencia, se disimularon forrándolas y dándoles aspecto de piedra.


Al final el tráfico se adueño el puente y esta es la estampa que hoy podemos habitualmente en el puente.


Una barandilla decorativa, sin ninguna resistencia, fue complementada por unas estructuras tubulares bajas que ejercían la contención que no cumplía la anterior. Unos elementos eficaces aunque estéticamente discutibles.

2. Puente de San Lázaro

Podemos ver su situación en una foto aérea actual.


Es tanta la vegetación que lo rodea que actualmente es muy difícil, por no decir imposible, hacer una fotografía limpia de todo el puente.

Debe su nombre a la ermita situada en su estribo oeste.


Sus orígenes son confusos y aparece documentado por primera vez en 1428 como el único puente pétreo de la ciudad.


Su origen ha sido discutido y las fechas que se citan como posibles bailan entre el siglo XIII y XV.

Si hubo un puente romano anterior en el sitio del de Trujillo, este ya no existía.

El puente de San Lázaro tuvo una vida ajetreada y fue destruido en 1498 por una riada.


No fue hasta 1538 cuando se consolida tal y como hoy lo conocemos.


Hoy sigue prestando su servicio de paso del río Jerte para tráfico rodado, restringido a un único sentido de circulación en una zona muy degradada de la ciudad.

3. Puente Nuevo

Podemos verlo en la siguiente foto aérea actual.


El Puente Nuevo no hace honor a su nombre, pues es del siglo XVI y hay otros puentes más modernos que él, aunque sigue siendo llamado así por los placentinos.


Anteriormente a él, en el lugar que ocupa, existía un puente de madera que daba salida a la localidad hacia La Vera. Se le conocía como el Puente de Pascual Clérigo y fue destruido en la riada de 1498, al igual que el de San Lázaro ya comentado.

Al quedarse sin puentes, Plasencia se planteó construir un puente de fábrica en el lugar donde estaba el antiguo puente de madera.

El puente fue erigido entre los años 1500 y 1512 tal y como rezaba un inscripción que atribuía su construcción al maestro Rodrigo Alemán.


El puente pasó a ser parte del trazado de Plasencia al Barco de Ávila y posteriormente en la N-110.


En los años noventa, al construirse el puente Adolfo Suárez, pasó ser de un único sentido.


Así permaneció hasta que con la duplicación de calzada de la Ronda Sur de Plasencia pasó a ser peatonal, estado actual del puente.



3. Puente Adolfo Suárez

Junto con el Gutiérrez Mellado, es el puente más moderno y ambos datan de los años noventa del siglo pasado.

El puente Adolfo Suárez podemos verlo en una foto aérea reciente.


Es un puente de unos 200 metros de longitud total y 60 metros de vano central, cuya distribución podemos ver a continuación.


Es una viga cajón postesada aligerada de canto variable, mayor en los apoyos y menor en los centros de los vanos.


Fue construido mediante cimbra en toda su longitud. En la siguiente foto podemos verlo durante su construcción.


Al quedar el puente Nuevo sin tráfico, este ha pasado a absorber todo el tráfico que entra en Plasencia procedente de La Vera y del Valle del Jerte.

4. Puente Gutiérrez Mellado

Al puente Gutiérrez Mellado, coetáneo el anterior, podemos verlo inmediatamente aguas arriba del San Lázaro.


Es un puente de la misma tipología que el anterior, aunque de dimensiones más modestas.

Tiene una longitud de 89,40 m con un vano central de 44,70 m.


En la siguiente foto podemos apreciar el puente durante su construcción.


Se utilizó cimbra para la construcción del puente.

Unas perspectivas del puente podemos verlas a continuación.



Una ciudad con una buena colección de puentes sobre el río Jerte de diversas épocas. Un caso muy similar vimos, con una mayor variedad de puentes, en el post "Los puentes de Mérida por Javier Manterola".

11 comentarios:

Unknown dijo...

Magnifico Emilio. Muchas gracias !!!!

Nacho.Albala dijo...

Magnífica publicación!

Emilio M. Arévalo Hernández dijo...

Muchas gracias a ti, José Luis, por tu comentario. Un saludo.

Emilio M. Arévalo Hernández dijo...

Muchas gracias por el comentario, José Ignacio. Un saludo.

Unknown dijo...

Excelente e interesante información. ENHORABUENA al autor. Gran trabajo de divulgación del Patrimonio de Nuestros Puentes (bastante desconocido, denostado y olvidado por las diferentes Administraciones). JM Fraile Cuéllar

Emilio M. Arévalo Hernández dijo...

Muchas gracias por tus palabras, JM. Un saludo.

Adfp Rodríguez A. dijo...

Muy buen post señor Emilio! Un excelente paso por la historia de una forma totalmente académica!

Le hablaré a mis conocidos de este blog. GRACIAS!

Emilio M. Arévalo Hernández dijo...

Muchas gracias a usted por el comentario. Un saludo.

Andres dijo...

Magnifico trabajo Emilio.
Un gran recopilador de la historia de puentes, para un mejor y mayor conocimiento de los mismos, con una muy buena recopilación de información gráfica.

Lo trasladaré Placentinos de pro que seguro desconocen este trabajo.
Saludos,
Andrés

Emilio M. Arévalo Hernández dijo...

Muchas gracias por tus palabras, Andrés.
Y también por la difusión.
Un saludo, colega.

Antonio Fernandez Garcia dijo...

Extraordinario trabajo, mis más sinceras felicitaciones. Recuerdo haber leído, no recuerdo donde , que el puente que tiene origen romano, es el de el Arroyo Niebla, en la antigua carretera de Malpartida, antes de llegar al cementerio.