sábado, 21 de mayo de 2016

La denominación de las carreteras locales. 1961.

Hemos visto cómo se les asignó la clave a las carreteras nacionales y las comarcales en el Plan Peña de 1940.


Comentamos también que el Plan quería desterrar la denominación de carreteras y utilizar la de caminos, que creía más apropiada. Sin embargo, en 1947 cede en sus pretensiones y apoyándose en la Real Academia Española adopta la denominación de carretera y la "Dirección General de Caminos" pasa a denominarse "Dirección General de Carreteras y Caminos Vecinales", mediante el Decreto de 24 de enero.


Mediante la Orden Circular nº 93 de 1960, con el fin de unificar la denominación de las carreteras de la red estatal se establece que deberá emplearse, exclusivamente, la nomenclatura oficial establecida en el Plan General de Obras Públicas de 1940, dejándose de utilizar, por consiguiente, la de los itinerarios del antiguo Plan de Modernización de Carreteras de 1950, salvo en los documentos de expedientes antiguos que exijan mantener la denominación oficial.


Sin embargo, dicho Plan no definía cómo iba a ser la nomenclatura de las carreteras locales, que tenían como principal cometido proporcionar acceso a poblaciones y otros puntos de interés, partiendo en el caso general, de una carretera nacional o comarcal.

Esa ausencia de numeración dificultaba su localización, tanto para el tráfico que las utiliza como para los propios Servicios de Carreteras.

(Hito carretera local BA-501. Foto: Jacobo Hernández)
Las carreteras nacionales tenían el rojo como color característico, mientras que el verde era el de las comarcales. En las carreteras locales era el amarillo.

Estas carreteras locales, junto con las comarcales y algunas nacionales cuyo itinerario discurría totalmente por una misma Comunidad Autónoma y además verificaba que no comunicaba ningún paso fronterizo principal ni puerto marítimo, fueron objeto de transferencia a las Comunidades Autónomas en 1984.

Era, por tanto, necesario proceder a esa numeración y para ello se redactó, por parte del Ministerio de Obras Públicas, concretamente por la ya citada Dirección General de Carreteras y Caminos Vecinales, la Orden Circular nº 114 de 1961.

La Orden Circular se dividía en seis apartados:

  1. Introducción
  2. Principios generales
  3. Extremos de las carreteras locales
  4. Nomenclatura de las carreteras locales
  5. Organización del trabajo
  6. Disposición transitoria

Los apartados segundo, tercero y cuarto son los que permitirán la definición buscada.

Principios generales

Antes de abordar la numeración, la Orden establece una serie de principios generales, entre los que se destacan:

  • No es el trazado el que define los itinerarios, sino las corrientes que en él crea la circulación. Su nomenclatura no puede basarse, por tanto, en su representación gráfica, sino en el conocimiento de la zona a la que sirven.

  • Serán de poca longitud, aunque de una visión superficial del mapa pudiera parecer que se trata de un solo camino, lo que en realidad es una serie de ellos. Siempre que existan dudas sobre la continuidad de una carretera, a lo largo de un trazado, deberá optarse por subdividirlo.

  • En ningún caso tendrán tramos comunes las carreteras locales entre sí o con otras nacionales o comarcales.

  • Una misma carretera no tendrá nunca dos tramos en paralelo. Si estos casos se han producido por la construcción de variantes o accesos y los tramos antiguos en su parte utilizable para el tráfico siguen a cargo del Estado, continuará la carretera principal con su denominación de origen por el trazado principal y el antiguo tendrá carácter de carretera local.

  • La nomenclatura que se adopte para designar una carretera local deberá permitir su fácil localización en el Mapa Oficial de Carreteras del Ministerio de Obras Públicas o en los planos-guía de la ciudad.

Extremos de las carreteras locales

Los orígenes de las carreteras pueden ser dos:

  • Una intersección con otra carretera
  • Una población

Los finales pueden ser cinco:

  • Una población
  • Un punto de interés público (turístico, monumental, económico, puertos, aeropuertos, etc.)
  • Un límite de provincia
  • Una frontera
  • Otra carretera

Deberá evitarse la existencias de dos carreteras con el mismo origen y final.

Nomenclatura de las carreteras locales

La nomenclatura completa de una carretera local estará constituida por su símbolo y su denominación.

Símbolo

El símbolo que se asigne a cada carretera local estará constituido por la sigla de la matrícula de los vehículos que corresponden a la provincia, seguida de un número de tres cifras, sin guion intermedio, pero con un espacio normal libre.

(Hito en carretera local BA-400. Foto: Jacobo Hernández)
A los efectos de facilitar la localización en el Mapa Oficial, cada provincia se subdivide en zonas limitadas por carreteras nacionales y, en algún caso, comarcales. Cada zona define la primera cifra del número de la carretera; las otras dos no tienen significado especial, pero la tercera será siempre inferior a cinco, para dejar a posibilidad de numerar los caminos vecinales, de las Diputaciones Provinciales, con la tercera cifra igual o mayor que cinco.

Es curioso comprobar dicha propiedad, tercer número inferior a cinco en las carreteras locales transferidas a la Junta de Extremadura en 1984, se verificaba y no fuéramos conscientes de ello.

Por otro lado, las carreteras de las Diputaciones Provinciales de Cáceres y Badajoz no siguieron este esquema, sino que adoptaron, inicialmente, el de CC-V-XXX y BA-V-XXXX, respectivamente.

Retomando los criterios de los símbolos de las carreteras locales, éstos indicaban que se procurará que las carreteras próximas tengan números próximos.

En el caso de las carreteras que crucen el límite entre provincias vecinas llevarán el mismo número a ambos lados del límite, para lo cual se pondrán de acuerdo los respectivos Servicios; sin embargo, la sigla será la correspondiente a cada provincia en el tramo que la afecta.

En Extremadura, entre las provincias de Cáceres y Badajoz, teníamos las CC-711 y BA-711, entre otros casos.

Se exceptuaba de lo anterior el caso de las carreteras locales que unen dos poblaciones de una misma provincia atravesando alguna vez el límite, pues conservarían la sigla y el número.

Denominación

Para la denominación se considerarán los siguientes casos:

  • Ramal. Cuando tiene su origen en otra carretera y su final en una población o lugar de interés público.

  • Acceso. Cuando el ramal corresponde a una entrada, también recomendable, a una población.

  • Enlace. Cuando une dos carreteras distintas sin que exista ninguna población o punto de interés público intermedio.

  • Ronda. Cuando el enlace forme parte de una red arterial. En este caso seguirá con su misma denominación aunque cruce incluso carreteras nacionales.

  • Travesía. Cuando tiene su origen y final en una misma carretera que atraviesa una misma población. Es el caso de antiguas travesías sustituidas por variantes.

  • Camino o carretera. Cuando une dos poblaciones o una población con un punto de interés público o una frontera.

Por tanto, una carretera local quedaba perfectamente definida por su símbolo y su denominación.

(Hito carretera local BA-634. Foto: Jacobo Hernández)
Así, podemos ver el cambio de denominación de acuerdo a la Orden Circular de las carreteras locales de Cáceres en 1961.


Desgraciadamente, de las carreteras locales de Badajoz, no dispongo hasta la fecha de la relación de la conversión de la nomenclatura según la Orden Circular. Si algún día la consigo, completaré el post aunque es fácil establecer dicha relación.

Con ello, hemos visto cómo se denominaron las carreteras nacionales, las comarcales y ahora las locales, que junto con el cambio de denominación de las de la Junta de Extremadura en 1997, tenemos ya casi explicadas todas las carreteras.

Excepto las de las Diputaciones, pero será en un próximo post cuando disponga de una información que hasta ahora no tengo y no es porque no la haya buscado.

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viernes, 6 de mayo de 2016

Examen de la Red Viaria. Extremadura. 2016.

Hoy voy a tratar un tema de reciente actualidad, el informe sobre el estado de la red viaria española, realizado por la Asociación Española de la Carretera.


Ya hablé de ella en el post sobre las Medallas de la Carretera. Es una entidad sin ánimo de lucro fundada en 1949 y trabaja desde sus inicios en la defensa y promoción de las carreteras. Su objetivo primordial ha sido y sigue siendo conseguir una red viaria más segura y de mayor calidad y capacidad.

Ha publicado el informe sobre el estado de la red viaria en España y, por tanto, podemos analizarlo particularizado para Extremadura.


Tiene su origen en las Campañas de Inspección Visual de la Red Viaria que la AEC comenzó a realizar en 1985 para conocer el estado de la pavimentación y del equipamiento, así como estimar la inversión mínima para alcanzar los niveles adecuados.

Para hacernos una idea del alcance del estudio, ésta es la ficha técnica del mismo.


En él se estudia el estado de los siguientes aspectos de la carretera:

  1. Firmes
  2. Señalización vertical
  3. Señalización horizontal
  4. Barreras metálicas de seguridad
  5. Balizamiento

Se analiza cada apartado, tanto en las carreteras estatales como en las autonómicas.

Los resultados obtenidos en cada apartado son los siguientes:

1. Firmes

La conclusión más destacada del estudio es, sin duda, el deterioro acelerado de los pavimentos, tanto en la Red de Carreteras del Estado como en las Redes Autonómicas, obteniendo una calificación media de deficiente en ambos casos.


Analizado el caso por Comunidades Autónomas puede verse que en Extremadura el nivel es aceptable, siendo la única comunidad con el País Vasco, que alcanza dicho nivel.


Un análisis más en profundidad nos permite ver que Extremadura es la comunidad con el mejor estado de los firmes, aunque han empeorado desde el año 2013, pasando de un índice de 238 a 221.


Es, pues, un dato positivo, pero dentro de una clara tendencia de empeoramiento en estos dos últimos años, ésta es más acusada que en las comunidades que la siguen.

2. Señalización vertical

En este apartado, las notas, tanto de las carreteras del Estado como las autonómicas, obtienen una calificación de deficiente, por debajo del aprobado, situación que se viene arrastrando desde los primeros años de la década de 2000.


En cuanto a Extremadura, se da la paradójica situación de que partiendo de un 4,7, deficiente, en 2013 pero siendo de las mejores, se ha pasado a 4,4, con el agravante, además, de que casi todas han mejorado su situación precedente, mientras que ella, con Cataluña, son las únicas que empeoran. 


Preocupante para la seguridad vial.

3. Señalización horizontal

La puntuación media, tanto de las del Estado como las Autonómicas, es de 5,5, aprobado, con una mejora de tres décimas, que apunta un cambio de tendencia con respecto a 2013.


Analizados los datos a nivel autonómico, podemos ver que las de la Comunidad de Extremadura están por encima de la media nacional, con una mejora sustancial desde el 4,8 en 2013, para pasar a un 6, dentro de la tónica general de mejora en todas ellas.


Ya que no gastamos en refuerzos de carreteras, al menos las pintamos.

4. Barreras metálicas de seguridad

En cuanto a las barreras metálicas, el informe suspende una vez más tanto a las del Estado como las Autonómicas, manteniéndose las primeras en el 4,6, mientras que las segundas empeoran desde el 4,6 al 4,3. Todo partiendo de una situación de aprobado en 2011 que pone de manifiesto la falta de inversión en este apartado.


El informe, particularizado por Comunidades Autónomas, indica:


La situación en Extremadura retrocede por debajo de la media nacional. Se ha pasado de ser la comunidad con mejor nota en 2013, junto con la Comunidad Valenciana, a suspender claramente con un 4,4, dentro de la tónica general de empeoramiento del estado de las barreras metálicas de seguridad.

5. Balizamiento

El balizamiento tradicionalmente ha presentado un mejor estado tanto en la red estatal como en las autonómicas, pero aunque en 2013 hubo un empeoramiento del mismo, esta tendencia se ha revertido en el 2015, llegando a notable, estando en todo momento por encima del aprobado.


Si analizamos la evolución por Comunidades Autónomas, podemos ver:


Extremadura, en una posición de notable en 2013, ha experimentado un empeoramiento claro, pasando a un 5,8, aprobado alto, y pasando a la cola de las Comunidades Autónomas, siendo la última aprobada, suspendiendo Castilla-La Mancha y Aragón. 

6. Déficits de inversión

El déficit de inversión en conservación de las carreteras ha crecido un 7 % en dos años, calculado éste como la diferencia entre lo que se debería haber invertido para mantener la situación y lo que realmente se ha invertido.

Este déficit, que viene a añadirse a lo no invertido en años anteriores, lo viene a cuantificar en algo más de 6.600 millones de €, necesarios para poner a punto las carreteras de nuestro país.

Este déficit se desglosa en las siguientes partidas.


Por Comunidades Autónomas, podemos ver el déficit acumulado total y el desglosado por kilómetro.


En Extremadura sería necesario invertir 232 millones de €, o lo que es lo mismo, casi 43.000 € por kilómetro de carretera, que viene a ser el dinero que no se dedica a conservación ordinaria en los últimos seis años.

7. Conclusiones

El informe, a nivel global, es concluyente: "entre 2005 y 2015 la conservación ha pasado de un aprobado justo al deficiente, aproximándose cada vez más a la línea roja del muy deficiente", con todas las implicaciones que ello conlleva para, entre otras problemáticas, la seguridad vial.

El resumen de resultados para Extremadura es el siguiente:

  • Aprobada en firmes, señalización horizontal y balizamiento.
  • Suspensa en señalización vertical y barreras metálicas de seguridad.

En todos los aspectos se produce un retroceso, salvo en la señalización horizontal, resultado evidente de la falta de inversión en conservación. Si hay poco dinero para conservación de carreteras, se destina a lo que demanda menos inversión, la señalización horizontal.

La conclusión a nivel de Extremadura es clara: "estamos viviendo de las rentas". Unas rentas que se están acabando y que están llevando a nuestra red de carreteras en un escenario incierto y peligroso.

A buen entendedor, pocas palabras bastan.

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