En la FICON de 2013 también hubo ponencias de otros compañeros de Dirección General. Trataron de temas interesantes que daban un punto de vista diferente a la gestión de carreteras, más allá del proyecto y construcción de las mismas.
Mi colega Manuel San Pedro Ortiz pronunció una sobre "Atropello de animales en carreteras de titularidad autonómica" que me pareció muy interesante y por eso, con su permiso, he querido plasmarla en este post.
El problema es evidente. Según los ecologistas, alrededor de diez millones de vertebrados pueden morir cada año en las carreteras españolas. La Asociación de Empresas encargadas de la Conservación de Infraestructuras estima que cada día se retiran mil animales muertos, lo que daría una cifra total de unos 365.000 animales atropellados anualmente. La disparidad de las cifras es evidente, aunque la menor de ellas ya es inaceptable.
Los atropellos de animales en las carreteras generan daños, además de la casi segura muerte del animal, en los vehículos y en las personas que es preciso resarcir.
Las partes implicadas, aparte del animal, son:
- El conductor
- Los titulares de los cotos o aprovechamientos cinegéticos
- La administración titular de la carretera
- La administración competente en medio ambiente (caza y protección)
Es por ello que es un problema de medio ambiente, seguridad vial y jurídico.
El siguiente gráfico representa el número de accidentes en carreteras de la Junta de Extremadura durante el periodo 2005-2012 según las causas que los originaron.
En el gráfico puede verse que el atropello de animales sueltos es la tercera causa de accidentes. En total fueron 1.880 accidentes con resultado de 115 heridos leves, 10 graves y un muerto.
En muchos casos, la invasión no tiene como resultado la colisión directa con el animal, sino en una salida de calzada por movimientos de evasión incorrectos realizados por el propio conductor para evitar la colisión. Es por ello que, habitualmente, los accidentes que provocan daño a los ocupantes del vehículo se producen como consecuencia de impactos con obstáculos en las márgenes de la carretera.
El problema del alcance y atropello de animales puede verse en el siguiente gráfico, en el que considerando que el animal se encuentra a 60 metros, para velocidades de 60 y 80 km/h es posible el frenado sin alcance. Para velocidades de 100 km/h y superiores el atropello es inevitable, con velocidades de colisión mayores a los 60 km/h. Para esa velocidad, un ciervo común adquiere, por condiciones dinámicas, un peso equivalente a un elefante de 5 toneladas.
Fuente: RACC. |
El problema anterior se agrava por la noche, pues la distancia de visibilidad disminuye a la superficie realmente iluminada, como ya comenté en el post "Abusador de luces largas". En gráfico siguiente podemos ver que el animal en la calzada sólo es visible con las luces largas. Por ello debemos, en lo posible, hacer uso de ellas.
Si analizamos la responsabilidad por los daños producidos, la ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, establece que:
- En accidentes de tráfico ocasionados por atropello de especies cinegéticas será responsable el conductor del vehículo cuando se le pueda imputar incumplimiento de las normas de circulación.
- Los daños personales y patrimoniales en estos siniestros sólo serán exigibles a los titulares de los aprovechamientos cinegéticos o, en su defecto, a los propietarios de los terrenos, cuando el accidente sea consecuencia directa de la acción de cazar o de una falta de diligencia en la conservación del terreno acotado.
- También podrá ser responsable el titular de la vía en la que se produce el accidente como consecuencia del estado de conservación de la misma y en su señalización.
En el proyecto de reforma de la citada ley, uno de los cambios más relevantes tiene que ver con los denominados "atropellos cinegéticos", cuya responsabiliad será, con carácter general, del conductor. Cuando sea consecuencia directa de la acción de caza, el responsable será el propietario del terreno y, si es por falta de reparación del vallado o de la señalización, el responsable será el titular de la vía". Curiosamente los titulares de los aprovechamientos cinegéticos desaparecen de la legislación como posibles responsables.
Es curioso que se pretenda imputar responsabilidad a la administración titular de la vía por la falta de reparación del vallado, cuando no hay ninguna infraestructura cuyo vallado impida, incluso en buen estado, el acceso de animales al dominio público. Siempre recuerdo un alto cargo que me decía, incluso enfadado, que deberíamos asegurarnos que no entrara ningún animal en la zona de dominio público de las carreteras. Yo le contestaba que era imposible, que incluso en las autovías, aunque estén valladas, éstas no tenían esa misión, pues los animales pueden entrar libremente por donde lo hacen los coches, los enlaces. No hubo forma de convencerlo.
Si actualmente ya están marcados con las señales de "paso de animales salvajes" las zonas donde frecuentemente la vía puede ser atravesada por animales en libertad, esta modificación va a sembrar nuestras carreteras de esas señales.
Sin embargo, según estudiosos del tema, las colisiones de vehículos con los ungulados (ciervos, etc.) no se distribuyen al azar en el espacio y en el tiempo, sino que existen una serie de factores que afectan a la frecuencia de este tipo de accidentes.
- Tipo de vía (principal o secundaria) y volumen de tráfico
- Características del hábitat en las proximidades de la carretera y el mosaico de hábitats en un entorno más amplio
- La estación del año
- La hora del día
Estos factores interactúan para condicionar el riesgo de accidente.
Así tenemos la distribución anual de atropellos:
El porcentaje de accidentes según las horas del día.
Manuel San Pedro Ortiz realizó un estudio en la red de carreteras de la Junta de Extremadura, como Trabajo Fin de Grado de Ingeniería Civil, de los datos de reclamaciones civiles por accidentes consecuencia de los cruces de animales por la calzada y que ha sido la base de todos los gráficos que se utilizan en este post. Esto le sirvió para detectar las zonas más peligrosas en cuestión de atropello de fauna.
Así, por ejemplo, en la carretera EX-386, de la N-V a Castañar de Ibor por Deleitosa, pudo obtener los siguientes tramos:
Así, por ejemplo, en la carretera EX-386, de la N-V a Castañar de Ibor por Deleitosa, pudo obtener los siguientes tramos:
Que representados en un diagrama de barras con el número de accidentes y el kilómetro que ocurrieron, permite detectar esas zonas peligrosas, que aparecen marcadas con un punto y sobre las que hay que actuar.
Su estudio permitió detectar las zonas más propensas al cruce de animales y actuar sobre ellas. Es evidente que se conseguirá reducir mucho este tipo de accidentes pero no los eliminará por completo debido al pequeño componente aleatorio que lleva aparejado el movimiento de los animales, imposible de predecir.
Las actuaciones que se pueden llevar a cabo, en esas zonas peligrosas detectadas, son:
- La más importante es facilitar el cruce de los animales a diferente nivel mediante la adecuación de las obras de fábrica como pasos de fauna con vallado que permita guiar al animal.
- Mejora de la señalización, instando a moderar la velocidad en esas zonas con cartelería específica como la de la imagen siguiente.
- Colocación de vallado que no sea fácil de levantar por su base, aunque como ya hemos dicho, no impide la presencia de animales en las autovías pues éstos pueden entrar por los enlaces, sí disminuye mucho la posibilidad de acceso.
- Una vez que el animal ha entrado, ha de facilitársele la posibilidad de la salida segura mediente válvulas o rampas de escape, en las proximidades de los enlaces cubriendo todos los recorridos. Pues el animal, buscando la salida, empieza a recorrer la valla. Estos dispositivos lo "echan fuera".
- Hitos captafaros deslumbrantes. Los propios faros de los coches producen destellos laterales en la carretera que asustan a los animales haciéndolos huir en sentido contrario a la infraestructura. Es adecuado disponer estos dispositivos en zonas de cruce de animales y en los enlaces de las autovías.
- En tramos de carreteras que discurren entre masas forestales densas, una limpieza de la vegetación arbustiva y arbórea en una amplia franja a cada lado de la carretera puede contribuir a reducir el número de colisiones porque, por un lado mejora la visibilidad del animal por parte del conductor y, por otro, los animales evitan esta zona al sentirse desprotegidos.
Las medidas aquí relacionadas son sólo unas cuantas. Con el tiempo y la experiencia se irá enriqueciendo el catálogo de medidas que se pueden adoptar.
Por ello me ha parecido muy interesante dedicar un post a un problema que existe en las carreteras y mostrar que sí se están realizando acciones en busca de una solución, aunque ésta, de momento, no es completamente satisfactoria ni suficiente. Pero se está yendo en la buena dirección.
Un apasionante campo de actuación en el que se está empezando a actuar y que cada vez será más importante tener en cuenta en el desarrollo de futuras infraestructuras.
1 comentarios:
Me alegra que se siga difundiendo estos temas, por la transcendencia que tiene el problema a causa d e la cantidad de accidentess que esta suponiendo.
Lo peor, pedidas humanas, o lesiones muy graves, daños materiales costosos a parte de la masacre de especiess cinegeticas que supone diaria mente ya que las especies que no causan daños colaterales no se le da importancia.
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