lunes, 6 de mayo de 2013

De riadas y carreteras

Llevo tiempo pensando en escribir sobre la última riada sucedida en el río Guadiana y las múltiples paradojas que se han producido.

Para darme equidistancia escribí el post sobre la riada de 1947, gracias a unas fotos que obtuve rastreando en internet. Esto me llevó al convencimiento de que lo sucedido hace unas semanas fue excepcional y difícil de explicar, teniendo en cuenta que aguas arriba de Mérida tenemos 6 grandes embalses, Cijara, Orellana, García de Sola, La Serena, Zújar y Alange, y que la laminación de la riada prácticamente fue insignificante.

Que una autovía tan importante como la A-5 se cortara en una de sus calzadas da una idea de la dimensión del desastre y eso sin hablar de Barbaño.

Una administración como la Confederación Hidrográfica del Guadiana, que es la gestora de la cuenca, tiene entre sus obligaciones, además de dar agua a los regantes en épocas de riego, saber controlar y administrar los caudales del río de forma que siempre tenga el caudal mínimo del río o ecológico, aunque yo lo he visto tan seco que se podía pasar de una orilla a otra andando en Medellín, y prevenir la posibilidad de grandes avenidas con sus posibles daños a personas, bienes e infraestructuras.

Leer en los periódicos de los días posteriores que se decidió mantener las presas cerca del 98 % de su capacidad porque pensaban que "ya no iba a volver a llover", con lo que se disminuía y mucho la capacidad de laminación de las presas, reducida al margen de maniobra que te dan los aliviaderos, que en la práctica reprodujeron el patrón de entrada de agua en la cuenca como si no existieran embalses, parece denotar que se priorizó el servicio al regante sobre la minimización de posibles daños a la cuenca por una riada descontrolada.

No es cuestión de entrar en la gestión interna pero sí en los efectos, que paradójicamente dañaron a los que supuestamente iba a beneficiar, los regantes y sus terrenos inundados, pero es de suponer que eso se compensará con la certeza de tener varias campañas de riego aseguradas. También parece claro que si esto no ha ido a más es porque la administración que causa los daños y las que los sufren están regidas por los mismos y, una cosa muy importante, por sorprendente que haya parecido, no ha habido víctimas mortales.

Como este es un blog de carreteras hablaremos de los daños producidos a ellas y de las paradojas que se han sucedido.

En primer lugar indicar que una administración es titular de las infraestructuras que construye. Y esto es así mientras no se produzca la transferencia de la misma a otra administración. La transferencia no se produce por una llamada telefónica o por la declaración de otra de que esa infraestructura es suya. Esa transferencia precisa del acuerdo entre ambas administraciones que debe ponerse por escrito con una precisa relación de los bienes transferidos. Así se hizo en 2000 cuando se intercambiaron carreteras entre la Junta de Extremadura y las Diputaciones Provinciales de Cáceres y Badajoz.

De hecho, en el pasado ha habido múltiples conversaciones entre la CHG y la Junta de Extremadura para poner sobre papel lo que estaba sucediendo en la realidad, que la Junta de Extremadura está gestionando infraestructuras que la CHG construyó y que no transfirió. Pero nunca hubo un acuerdo concreto.

Pero como todo, no pasa nada hasta que sucede lo que no se prevé. La EX-322, de Cabeza del Buey a Puebla de Alcocer, quedó cortada en el terraplén de acceso al cerro Masatrigo.

El tramo en cuestión pertenece a la variante construida por la Confederación Hidrográfica del Guadiana al quedar cortadas diversas carreteras con motivo de la construcción del embalse de La Serena. Entre esas carreteras estaba la BA-400 que unía las mismas localidades.


En violeta podemos apreciar el trazado de la BA-400, de titularidad del Gobierno de Extremadura y en amarillo, la variante construida por la CHG.

La zona que resultó dañada y que obligó al corte fue en las inmediaciones del cerro Masatrigo, que se bordea por ambos lados mediante una calzada de un único sentido, dando lugar a ese trazado circular que se aprecia en la foto anterior. Una innovación técnica debida a la CHG.


La zona de la carretera en cuestión, marcada en rojo, era un terraplén, con una cota muy ajustada al nivel de máximo embalse de La Serena, que ha originado la socavación del mismo y el corte de la carretera.

La cuestión es que dicha infraestructura fue construida por la CHG y mientras no haya un acuerdo no está transferida a la Junta de Extremadura.

¿Y esto que consecuencias tiene? Pues que la explotación y el mantenimiento es de la administración titular de la infraestructura y así debe darse por aludida.

Es paradójico que la administración que causa un menoscabo en una infraestructura propia no se siente concernida para su arreglo. El caso anterior es aplicable también al badén de Entrerríos.

Hay que admitir que al ciudadano, por encima de titularidades y obligaciones, lo que quiere es que las cosas se arreglen y, desde ese punto de vista, bien hace la Junta de Extremadura en solucionar el problema.

Pero desde el punto de vista de la gestión de la "cosa pública" no hay que olvidar que las diferentes administraciones son dotadas por recursos financieros, algunos de ellos provenientes de nuestros impuestos, para cumplir los fines que se les encomienden, entre los que están construir y mantener las infraestructuras de su titularidad, y no es de recibo que unas administraciones resuelvan problemas a otras con fondos que no están destinados a tal fin. Para eso están figuras recogidas en las leyes como los convenios.

Es por ello que se debe tener especial cuidado en cómo se hacen las cosas y si son urgentes se resuelven, como se ha hecho con eficiencia por la Junta de Extremadura, pero después cada uno debe asumir el coste que le corresponde.

También sería conveniente fijar, de una vez por todas, claramente la titularidad de las infraestructuras de cada una de las administraciones, porque ¿está claro que los grandes puentes construidos por las Confederaciones Hidrográficas del Guadiana y del Tajo en la reposición de las carreteras cortadas por embalses son de su titularidad? ¿O habrá que esperar un suceso grave en los mismos para que se aclare de una vez? Conviene que quede resuelto lo antes posible.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente post, como siempre. Una preguntilla si no es molestia: la carretera que va de Peñalsordo a Belalcázar y del puente de Capilla a Guadalmez ¿siguen perteneciendo a la CHG? Vamos, como el caso de la EX-322, las nuevas variantes fueron construidas por el mismo organismo, pero me resulta curioso que desde hace años carecen de mantenimiento, de hecho, el tramo que va de Peñalsordo al puente del Zújar está cerrado al tráfico (o al menos así se indica).

Emilio M. Arévalo Hernández dijo...

Buenos días, Anómino.

Las carreteras que me señalas son de titularidad de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
La CHG apenas hace mantenimiento de sus carreteras y desde hace mucho su intención es transferirlas a otras administraciones, como el Gobierno de Extremadura y las Diputaciones Provinciales.
En concreto, estas dos las quería transferir a la Diputación de Badajoz.

Muchas gracias por tu comentario y tu valoración de este blog.

Un saludo
Emilio M. Arévalo Hernández.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la aclaración, Emilio. Como curiosidad en la antigua BA-400, antes de que se construyera el embalse de la Serena, ya había sido modificada en el tramo que cruza el río Zújar debido a la construcción del embalse del mismo nombre (anterior al de la Serena). Dicho tramo contaba con un viaducto de características muy similares al todavía existente en la BA-137 (de Casas de Don Pedro a Talarrubias), quedando a su lado otro puente anterior de arcos de hormigón armado, (de los diseños oficiales) el cual emergía cuando bajaba el nivel del embalse.
Estos dos puentes que comento se encuentran anegados y desconozco si en alguna ocasión han vuelto a ser visibles.

Emilio M. Arévalo Hernández dijo...

Anónimo, he conseguido la foto aérea de los antiguos puentes antes de la construcción de la presa de la Serena que me describes en el comentario.
Publicaré un post una vez consiga más información de los mismos.

Un saludo
Emilio M. Arévalo Hernández

Anónimo dijo...

Pues ahora viendo fotos aéreas del Vuelo americano de 1956-57 me llevo la sorpresa de que había un tercer puente a parte de los otros dos que ya describí.
Qué caso más curioso. La pena es que buscando información por Internet no encuentro nada sobre los mismos.