domingo, 11 de septiembre de 2011

De glorietas y rotondas

Los que me conozcan se estarán preguntando cuándo dedicaré un post a las glorietas o rotondas. Pues bien, el momento ya ha llegado.

Siempre he defendido que su denominación era glorieta, pues no en vano, el diccionario de la Real Academia Española (la de la Lengua no existe), la define en su tercera acepción como plaza donde desembocan por lo común varias calles o alamedas. Nótese que no habla para nada de que la forma sea circular aunque pudiera serlo.

Siempre asocié rotonda a la famosa rotonda del Capitolio de Washington, que es la sala circular que está debajo de la cúpula. Así, el diccionario de la RAE lo contempla en su primera acepción. Pero en su segunda acepción indica que es una plaza circular.

Glorieta de 3 carriles en la Circunvalación Sur de Plasencia
Por eso amigos no tengo más remedio que admitir que rotonda se asimila más a la definición del elemento en cuestión que glorieta, aunque las dos sean admisibles. No obstante, ya que tenemos unas "Recomendaciones para el proyecto y diseño de glorietas" utilizaré este término.

En castigo por tanto fundamentalismo tengo que admitir que hay otra denominación que se abre camino a pasos agigantados y que parece imparable, que es "redonda" o en castúo "reonda". El GPS de mi coche me castiga diciendo: "... en la próxima circulación giratoria tome la tercera salida". En fin, ¡qué le vamos a hacer!

La glorieta resuelve una intersección de una manera elegante y además es autorregulable. Hace innecesarios los semáforos y los peligros que supondría que dejaran de funcionar.

El gran inconveniente es que prácticamente la totalidad de los conductores no saben utilizarla y eso que sólo hay dos reglas básicas:

- El que pretende acceder a la glorieta debe dejar el paso al que circula por el carril exterior de la glorieta, excepción de la prioridad a la derecha ya comentada en posts anteriores.

- Dentro de la glorieta, el cambio de carril se rige como en una carretera con carriles paralelos. Si quieres cambiar de carril debes comprobar que éste no esté ocupado, pues en ese caso el vehículo que circula por él tiene la prioridad.

¿Qué sucede en realidad?

- Pues que el que circula dentro de la glorieta por los carriles interiores, nunca por el carril exterior, se considera "dueño" de la totalidad de la glorieta, pitando a todos aquellos vehículos que "osen" incorporarse a ella por el carril exterior aunque éste esté vacío.

- Que el que circula por los carriles interiores y desea salir, considera que tiene prioridad para salir cruzando los carriles que haga falta aunque hayan coches circulando por ellos, hasta su salida.

Esto tiene como consecuencia que haya cada vez más conductores que pasándose de prudentes van con el intermitente de la izquierda activado como queriendo decir que van a seguir girando en la glorieta y evitar que ese conductor que va por el interior no intente cruzársele inmisericordemente. El caso es que al utilizar el intermitente izquierdo lo que realmente están indicando es que quieren cambiar al carril interior, bastante alejado de lo que realmente pretenden hacer.

Todo ello sin considerar los que circulan por las glorietas buscando las tangentes para hacer menor maniobra, cruzando hasta tres carriles buscando la trayectoria rectilínea más cómoda.

En la práctica tiene como consecuencia que las glorietas de dos carriles sólo tienen uno que funciona eficazmente que es por donde van todos. Y esto se verifica incluso en las de tres carriles, donde los carriles exteriores sólo son utilizados por los vehículos de autoescuela.

Si con dos reglas tenemos tantos conflictos, que pasaría si trasladaramos a los conductores españoles a la siguiente glorieta inglesa.

La "Magic Roundabout" en Swindon (Inglaterra) (Google Earth)
En posts sucesivos comentaré posibles soluciones para mejorar la eficiencia de las glorietas en determinados casos.

2 comentarios:

Juan Román Pavón dijo...

"Todo ello sin considerar los que circulan por las glorietas buscando las tangentes para hacer menor maniobra, cruzando hasta tres carriles buscando la trayectoria rectilínea más cómoda". Pues pienso que debemos considerarlos, porque son los que más abundan. Se te ha olvidado añadir que cierran los ojos y aceleran una vez intuída la trayectoria de la tangente.

Anónimo dijo...

COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA

Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente

Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años